Después de haberse mudado a un apartamento en Obarrio, una joven pareja de padres quieren redecorar las habitaciones de sus hijos, ya poco a poco van creciendo y dejando atrás la etapa de bebes.

 

La habitación de Joaquin, juega con figuras geométricas en tonos azules, también deja la mayor cantidad de espacio disponible para que el pueda jugar. Al tratarse de un niño que dentro de un par de años ya podrá hacer sus deberes de la escuela solo, se ha incluido en habitación un escritorio acompañado de un pequeño espacio de lectura con almacenamiento.

 

La habitación de Valentina, la hermana menor de Joaquin, hace alusión a una pequeña casa de muñecas. Se han utilizado tonos salmón, amarillo pastel y naranja para salir del típico cuarto rosa para las niñas. Este espacio cuenta con una columna estructural, la cual se ha utilizado para crear un espacio funcional de repisas y librero.